17 noviembre 2013

El costo de la ‘infidelidad’ en puestos gerenciales


Hace cinco años, la mayoría de empresas no querían ni ver CV de gerentes que estén 4 años (en promedio) por empresa. Lo consideraban un gerente infiel y  promiscuo. Por supuesto tenían en mente el alto costo que implica un alto nivel de rotación a nivel gerencial:
  • Costos de reclutamiento
  • Costo de contratación
  • La baja en productividad en el periodo de entrenamiento
  • El deterioro del clima laboral
  • El impacto en la imagen de la empresa como empleador
Hoy en día, todos somos más tolerantes con la rotación. La coyuntura nos ha llevado a eso. Muchos argumentan que esto es consecuencia de la entrada a la PEA de la  generación “Y”. A mi parecer, la ley de la oferta y la demanda tiene un impacto más fuerte en la rotación. Los gerentes se cambian de empresas porque tienen mejores opciones: si el mercado estuviese deprimido, la historia sería distinta.
 
En la conferencia organizada por la AMCHAM este año, “Talento: ¿Estamos preparados para dejarlos ir?”, se mostraron interesantes resultados de una encuesta* online que Ipsos Perú condujera entre casi 1,500 ejecutivos de empresas en Perú:
  • Entre las empresas peruanas, solo una minoría cuenta con algún tipo de programa de retención; entre las empresas extranjeras, la mayoría.
  • El porcentaje promedio de rotación es mayor entre las empresas nacionales (18% nacionales vs. 12% extranjeras).
Más allá de minimizar niveles de rotación, vemos que tampoco se invierte en preservar conocimiento y cultivar el talento. Los resultados saltan a la vista cuando se dificulta encontrar profesionales especializados o de mayor experiencia para llenar puestos, en especial para mandos altos. Las empresas extranjeras tienen una mayor cartera interna en estos casos:
  • 26% nacionales  vs. 44% extranjeras es el porcentaje de casos en que puestos de primera línea o mando alto se ofrecen a ejecutivos internamente.
¿Qué es lo que tienen en común las empresas laboralmente atractivas?

Claro está, un bajo nivel de rotación y un alto nivel de satisfacción de sus empleados. Un buen sueldo es importante pero no resulta categórico cuando de decidirse por un nuevo puesto se trata. Cada vez se ven más instancias en las que el profesional está dispuesto a percibir menos económicamente a cambio de otros beneficios que contribuyan al equilibrio en su calidad de vida.
 
La cultura de la empresa y el trato que el profesional recibe son valiosos. Un error común y grave es cuando se da un desfase de percepciones: la empresa ve al ejecutivo tan solo como ‘capital-talento’ y el ejecutivo espera ser visto como ‘persona-talento’. Algunas tácticas para sistemas de retención (y reclutamiento) exitosas son:
 
Desarrollo profesional
  • Programas para mentorizados, capacitación profesional, programas para HIPO -high potential employee/empleados de gran potencial
  • Maximizar oportunidades de ingreso de talento
  • Bonos por contratación de recomendados, promover opción de reingresos
  • Beneficios varios/Flexibilidad
  • Paquetes económicos competitivos, respeto de horarios de trabajo, opción de trabajo fuera de las oficinas, flexibilidad para madres profesionales
  • Sentido de pertenencia y de consciencia de comunidad
  • Programas de actividades team building, comunicación horizontal, impulsar participación de ideas ‘de abajo hacia arriba’, cultura de avanzada (ética, innovación, responsabilidad social y ecológica)
La conclusión a esta nota es que es necesario decidirse a combinar inteligentemente tiempo, planeamiento e implementación para lograr un sistema de retención de personal que haga de la inversión de talento lo más sostenible y rentable posible. Las estrategias para retener deben ser:

1.      No solo captar buen talento sino también cultivarlo (por RRHH)
Que talentos nutran talentos ‘innatamente’ (por el personal mismo), preservando e innovando en conocimiento y tecnología.

Por Semana Económica

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