FELIZ NAVIDAD Y PROSPERIDAD PARA TODOS ¡¡¡
La felicidad de todos y de cada uno está en un buen hábito en la vida misma, asimismo los compromisos de las personas hacen que un país salga adelante. Para Piura deseo lo mejor, que sean bienvenidas las inversiones que generan desarrollo y empleo, y que protejan nuestro ecosistema.
23 diciembre 2011
12 octubre 2011
El boom de la gastronomía
Gastón Acurio sostiene que la gastronomía peruana tiene cinco siglos de historia. En cambio, lo que podríamos llamar el boom gastonómico peruano (en alusión a Gastón, el gran líder de este proceso) se desarrolla sobre todo en los últimos cinco años. En efecto, la cocina peruana se fue forjando a lo largo de siglos bajo la influencia de las cocinas española, africana, china y japonesa, pero no es hasta entrado el siglo XXI que los peruanos descubrimos que contábamos con los ingredientes, las recetas y los cocineros con la capacidad de sorprender al mundo.
Si uno revisa el ranking Summum de los restaurantes top del Perú, encuentra que la gran mayoría tiene menos de una década de creados. Lo mismo ocurre con las numerosas escuelas de chefs. Pero el auge es aún más reciente. Si hubiese que seleccionar un punto de quiebre en esta acelerada evolución, yo escogería el 2006, cuando Gastón fue invitado por Felipe Ortiz de Zevallos, entonces rector de la Universidad del Pacífico, a dar el discurso de apertura del año académico. Gastón cautivó entonces a los estudiantes con sus proyectos empresariales y su visión social de la gastronomía peruana y su magistral discurso circuló luego profusamente por Internet.
A partir del 2006, las actividades y los éxitos se aceleran. Ese año La guía gastronómica del Perú, de María Rosa Arrarte, fue reconocida como la mejor guía del mundo. Al año siguiente se crea la Sociedad Peruana de Gastronomía (Apega) y se empieza a producir el ranking anual Summum. El 2008 arranca la primera feria Mistura, convocatoria culinaria que se repite con creciente acogida anualmente desde entonces. En el 2009 el libro 500 años de fusión, de Gastón Acurio es premiado como el mejor libro de gastronomía del mundo. Y a principios de este año, el documental Mistura, The Power of Food, de Patricia Pérez, recibe también un importante galardón internacional.
El cambio en la valoración de la gastronomía por los peruanos está claramente registrado en las encuestas de Ipsos APOYO. En el 2001, a la pregunta sobre motivos de orgullo por ser peruano, la gastronomía figuraba apenas en el sétimo lugar y era mencionada por sólo el 21% de los entrevistados. En el 2011 ya es señalada por el 41% y ocupa el tercer lugar, después de Machu Picchu y los recursos naturales. No sorprendería que pase pronto al segundo puesto a nivel nacional (en Lima ya lo alcanzó), luego de la célebre ciudadela. Cuando el público es más educado, la valoración se incrementa. En las encuestas que hacemos anualmente en el CADE Universitario, a la pregunta ¿Qué representa mejor al Perú en el extranjero, en el 2007? La cocina peruana era la respuesta del 33% de los universitarios participantes. En el 2011 ocupa de lejos el primer lugar con 71%.
La masiva asistencia del público a Mistura 2011, así como la reunión en Lima del grupo G-9, integrado por los chefs más famosos del mundo, confirma que la gastronomía peruana es tanto un fenómeno social nacional como un proceso que atrae la atención mundial. Los beneficios que genera este fenómeno en el incremento de la autoestima nacional, la generación de empleos, la valoración de nuestra biodiversidad, la exportación de franquicias y productos alimenticios, así como en el incremento del turismo están recién empezando a verse.
En el camino, Gastón se ha convertido en el peruano más universal después de Mario Vargas Llosa. Al igual que el laureado escritor, Gastón se mueve con soltura ante los medios de comunicación y tiene un mensaje político. Su discurso parte de la valoración del mestizaje y considera a la gastronomía el gran instrumento de desarrollo económico e inclusión social para los peruanos.
Gastón logró esquivar las elecciones del 2011 y probablemente tampoco sucumba a las presiones en el 2016. Tiene todavía mucho por hacer como líder de este inspirador fenómeno social que es la gastronomía peruana.
Por Alfredo Torres - Semana Económica
10 octubre 2011
Liderar es servir
Muchos de los problemas actuales son causados por
pensamientos, emociones, palabras, decisiones, acciones y comportamientos
opuestos a los transmitidos con el ejemplo vívido de Jesús de Nazaret y
comprendemos también que encontraríamos muchas soluciones a nuestros problemas
personales, familiares, sociales y empresariales si acudiésemos a su modelo de
liderazgo.
Presentamos 12 de las múltiples enseñanzas de un gran líder; una por
cada uno de sus apóstoles, pues si un líder debe ser digno ejemplo de
ser seguido, admirado y duplicado, que mejor oportunidad para recordar el
mensaje, ejemplo y vida de quien lideró realmente desde el servicio.
“Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para que le
sirvan, sino para servir y dar su vida por muchos” Marcos 10:45
Entonces, sin pretender limitar su legado y
únicamente como un apoyo nemotécnico veamos 12 enseñanzas de Jesús.
1. Saber enfocarte
Reflexiona:
·
Consumes la misma energía pensando positivo o pensando negativo.
·
Consumes la misma energía sintiendo el futuro o
sintiendo el pasado.
·
Consumes la misma energía actuando productivamente
o actuando improductivamente.
Pregúntate:
·
¿Qué experiencia estas buscando?
·
¿Qué estás haciendo para obtener esa experiencia?
·
¿Qué resultados estas alcanzando?
·
¿Qué estas invirtiendo en tu ser para que derive en
el hacer e impacte el tener?
Quizá el asunto no es enfocarte, es en que te
enfocas. Jesús sabía quién era él y cuál era su propósito, eso le permitía
guiar basado en la certeza personal y no en la incertidumbre.
“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”. Juan 14:6-9
“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”. Juan 14:6-9
Jesús actuaba basado en principios o verdades
concretas, es decir no ajustaba las reglas a su necesidad o deseo del momento.
Su liderazgo era constante, no cambiante o voluble a cada situación, con lo
cual no generaba confusión, por el contrario las personas podían estar seguras
y confiadas en él. Recordemos el texto bíblico:
“No piensen que he venido a anular la ley o los
profetas; no he venido a anularlos sino a darles cumplimiento. Les aseguro que
mientras existan el cielo y la tierra, ni una letra ni una tilde de la ley
desaparecerán. Todo el que infrinja uno solo de estos mandamientos, por pequeño
que sea, y enseñe a otros a hacer lo mismo, será considerado el más pequeño en
el reino de los cielos; pero el que los practique y enseñe será considerado
grande en el reino de los cielos”. Mateo 5:17-19.
2. Ser ejemplo
La gente tiende a funcionar de acuerdo con las
normas ejemplificadas por sus líderes. Jesús enseñaba con el ejemplo,
con la palabra y con parábolas.
Enseñar proviene del latín in-signare que quiere
decir, señalar o indicar un camino a seguir, si liderazgo se trata de seguir al
líder, definitivamente la mejor manera de enseñar es con el ejemplo,
muchos son los ejemplos de Jesús, ahora recordamos el siguiente, veamos:
“Un día Jesús fue de Galilea al Jordán para que
Juan lo bautizara. Pero Juan trató de disuadirlo. - Yo soy el que necesita ser
bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? - objetó. - Dejémoslo así por ahora, pues
nos conviene cumplir con lo que es justo - contestó Jesús. Entonces Juan
consintió”. Mateo 3:10-17
3. Mantener fe
“Así que los que viven por la fe son bendecidos”
Gálatas 3: 9
La fe que nos enseña Jesús tiene que ver con una
firme creencia celestial y un desarrollo terrenal de actos coherentes en los
que integres pensamientos, emociones y diálogos; tanto internos como externos.
Y actualmente las neurociencias nos orientan sobre
cómo permitimos en nosotros pensamientos, emociones, decisiones, acciones, y
sobre cómo responsablemente podemos transformar nuestro carácter, nuestros
resultados y en consecuencia nuestra vida, modificando de manera consciente lo
que pensamos, lo que sentimos, lo que expresamos y la forma como actuamos.
“Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo
lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán. Y cuando estén orando, si
tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en
el cielo les perdone a ustedes sus pecados”. Marcos 11:24-26
Si fe también es confiar, puedes mantener la certeza de superar cualquier situación y sentir gozo ante la dificultad, con lo cual mantendrás serenidad, objetividad, enfoque y claridad para emprender acciones correctas, productivas, asertivas y asertivas.
Si fe también es confiar, puedes mantener la certeza de superar cualquier situación y sentir gozo ante la dificultad, con lo cual mantendrás serenidad, objetividad, enfoque y claridad para emprender acciones correctas, productivas, asertivas y asertivas.
“He aprendido a estar satisfecho en cualquier
situación en que me encuentre”. Filipenses 4:10
4. Mantener objetividad
Jesús tenía la habilidad de contemplar los
problemas y entender a la gente en perspectiva. Él podía calcular la magnitud,
el efecto y el impacto de sus palabras, no sólo en quienes las escucharan
directamente, también en quienes las leeríamos dos mil años después.
Og Mandino, en su libro El secreto más grande del
mundo, escribió, “El fracaso no sobrevendrá, si mi determinación para alcanzar
el éxito es lo suficientemente poderosa”. Pensamos que existe aquí una alta
dosis de fe, voluntad, disciplina y carácter.
5. Desafiar los paradigmas existentes
5. Desafiar los paradigmas existentes
Quizá el único comportamiento violento de Jesús
sucede cuando expulsa del Templo a los mercaderes, al ver que un lugar de
recogimiento y oración se había convertido en un sitio ruidoso con los bramidos
de los animales y los gritos de los cambistas.
En la biblia leemos: “No se amolden al mundo
actual, sean transformados mediante la renovación de su mente” Romanos 12:2
¿Y tú como líder-coach qué debes desafiar?
¿Y tú qué como líder-coach que debes
enfrentar ahora?
6. Construir relaciones significativas
Jesús caminó y laboró con aquellos a quienes
servía. Su liderazgo fue cercano, de amistades estrechas, de servir a quienes
dirigía y de marcar la diferencia permitiendo que cada persona fuese mejor.
¿Acompañas, lideras, diriges y corriges honrando a
cada persona?
¿Podrías ahora redefinir el método para construir
comunidades humanamente productivas?
7. Promover el liderazgo
Jesús creaba espacios para que las personas
sintieran unidad y luego encargaba a cada persona misiones importantes. Porque
creía en sus seguidores; en lo que eran y en lo que ellos podían llegar a ser,
por ejemplo, vio en Pedro a un pescador y también vio en él a un líder,
que dejaría huella en muchos seres humanos.
¿Estarías dispuesto a compartir tus logros o
aceptar la importancia de tu equipo?
¿Aceptarías el reto de formar líderes?
8. Amar
Las personas necesitan ser amadas, Jesús permitía
que cada persona se sintiera amada, respetada, valorada y escuchada. Como todo
buen líder Jesús escuchaba a las personas, a su conciencia y a la
inspiración Divina.
Por amar a sus seguidores, Jesús estaba en
condiciones de decirles la verdad y ser sincero con ellos, análogamente un líder-coach
puede conectar verdad con amor, bondad y con firmeza.
“Ámense los unos a los otros como yo les he amado”
Juan 13:34
“¿Qué mérito tienen al amar a quienes los aman? Aun
los pecadores lo hacen” Lucas 6:32
“El oído que escucha las reprensiones de la vida, morará entre los sabios”. Proverbios 15: 31
“El oído que escucha las reprensiones de la vida, morará entre los sabios”. Proverbios 15: 31
9. Agradecer
La gratitud evidencia que realmente estás vivo.
Jesús vivía en gratitud y por ello inspiraba a los demás a ser mejores y a
vivir para honrar a Dios.
La gratitud es una virtud con la cual una persona
manifiesta lo que ha recibido, lo reconoce, lo aprecia y lo corresponde.
Una persona manifiesta gratitud a Dios consagrando
su vida al servicio y eso hace un líder–coach, servir a las personas,
cuidando sus relaciones, protegiendo su entorno y logrando los mejores
resultados.
10. Responsabilizarte
Un líder sabe dar crédito al equipo por los logros
alcanzados y sabe hacerse cargo de los resultados no favorables.
“Cuando la airada muchedumbre fue a tomar
prisionero a Jesús, Él la enfrentó con resolución y dijo: ¿A quién buscáis?
Sorprendidos respondieron "A Jesús de Nazaret", "Yo soy",
les dijo y ellos retrocedieron. Por segunda vez les preguntó: ¿A quién buscáis?
y después que lo nombraron, les dijo: Os he dicho que yo soy; pues si me
buscáis a mí, dejad ir a mis discípulos" (Juan 18:4–8)
¿Identificas situaciones pasadas en las que quizá
no te hiciste cargo de los resultados obtenidos por tu equipo?
¿Visualizas como edificarás a tu equipo ante los
buenos resultados?
¿Sabes cómo te harás cargo de los resultados no
favorables de tu equipo?
11. Perdonar
Somos seres emocionales, las emociones son el motor
para hacer ó dejar de hacer lo que nos hemos propuesto, a través del filtro de
nuestras emociones elegimos nuestras acciones y las acciones más favorables
quizá son resultados de nuestras emociones más favorables.
El grafico anterior presenta diferentes emociones
distribuidas en tres grandes grupos; las de muy baja vibración en color rojo,
las de mediana vibración en morado y las de alta vibración en color verde.
Inicialmente observa ¿En qué grupo de emociones te
gusta permanecer? En las más altas verdad.
Uno de los objetivos de este ejercicio es que te
auto-lideres para que de manera consciente avances de una emoción de baja
vibración a otra que permita en ti alcanzar tus objetivos planeados. Explicado
de otra manera desde tu liderazgo interno o personal potenciarás tu liderazgo
externo o interpersonal, así:
1. Identifica conscientemente tu estado actual de ánimo o la emoción
presente. Para ello pregúntate ¿Cómo me siento?
2. Ubícate en la emoción correspondiente dentro de la escala, cuando
existan varias emociones de un mismo nivel vibratorio, observa hacia cuál te
inclinas más, este es tu punto de partida para el ejercicio.
3. Identifica cuál es tu pensamiento recurrente relacionado con este
momento emocional y escríbelo al frente.
4. Pregúntate si te gustaría sentir una emoción más alta y elige cual.
5. Nuevamente, establece de manera consciente un pensamiento que podrías
tener desde esta nueva emoción y escríbelo al frente.
6. Puedes repetir este proceso hasta donde tú decidas ascender.
7. Recuerda cualquier pensamiento que te haga sentir mejor es válido.
Volvamos a Jesús y veamos como él capitalizó sus emociones:
Al vivir su experiencia humana debió tener emociones al igual que
nosotros, y he aquí lo grandioso; durante la crucifixión, podríamos decir que
dio un gran salto desde la emoción del desconsuelo en la que pudo estar al
decir, ¡Dios mío, Dios mío porque me has abandonado! Mateo 27: 46 Hasta la
acción del perdón que lo sitúa en la emoción del amor al interceder diciendo ¡Padre
perdónales porque no saben lo que hacen! Lucas 23: 34 (Observa que en la
gráfica desconsuelo y amor están en los extremos del cuadro).
El punto no es dejar de sentir, no está mal que tengas emociones de baja vibración, lo que no puedes hacer es retener innecesariamente emociones que no te aporten, faculten o contribuyan para alcanzar tus objetivos. Entonces lo que si puedes hacer es identificar tu estado emocional para transformarlo.
El punto no es dejar de sentir, no está mal que tengas emociones de baja vibración, lo que no puedes hacer es retener innecesariamente emociones que no te aporten, faculten o contribuyan para alcanzar tus objetivos. Entonces lo que si puedes hacer es identificar tu estado emocional para transformarlo.
También puedes usar esta escala para encontrar respuesta a ¿Cómo liderar
desde tus emociones? Algunos de nuestros Coachee (personas a quienes servimos
como entrenadores, Coaches o mentores) guardan la escala en su billetera y para
usarla cuando lo requieren)
12. Dejar un legado
Jesús estaba interesado en los aspectos básicos de la naturaleza humana
y en producir cambios perdurables y no simplemente cambios superficiales.
¿Piensas en las generaciones futuras?
¿A ti por qué te gustaría ser recordado?
¿Pero cómo alcanzar estas virtudes? Pues bien, Jesús nos enseñó también
a aislarnos, buscar momentos y espacios para la oración, la meditación y la
contemplación como oportunidad para acercarnos a Dios y recibir discernimiento
ante las decisiones que enfrenta todo líder.
Por ahora rescatamos estos aprendizajes entre muchos otros, expresando
que nos gusta pensar que “El camino y la meta de un líder es vivir en la fe,
sabiendo que los resultados se revelarán a su debido tiempo, por ello lo mejor
que puedes hacer es estar en paz con Dios y contigo mismo para que aflore tu
potencial de servicio y buena gestión”.
12 abril 2011
Las elecciones de Perú alarman a los inversionistas
Por Matt Moffet y Robert Kozak
LIMA—Tan pronto como fueron confirmados el lunes el izquierdista Ollanta Humala y la líder de centroderecha Keiko Fujimori como rivales para la segunda vuelta en las elecciones presidenciales, las acciones en la otrora pujante Bolsa de Valores de Lima empezaron a caer precipitadamente, perdiendo más de 3%.
El resultado de la primera ronda de las elecciones, celebrada el domingo, ha despertado un clima de incertidumbre en lo que hasta ahora era una de las economías que, discretamente, ha mostrado uno de los mejores desempeños en el mundo. Perú ha disfrutado de 12 años consecutivos de crecimiento gracias a políticas prudentes orientadas al mercado y el alza en los precios de las materias primas.
Pero la posibilidad de un gobierno de Humala, un ex militar de tendencias populistas, o de Fujimori, la hija de un ex presidente encarcelado conocido por su corrupción y su estilo de mano de hierro, mantiene en vilo a la comunidad empresarial.
"No va a detener la economía, pero hará que los inversionistas se hagan preguntas", dijo Julio Carrión, un politólogo de la Universidad de Delaware.
Humala es claramente la mayor preocupación en ese sentido. El ex militar de 48 años ha tratado de moderar su imagen desde que perdió las elecciones de 2006 por un estrecho margen. Pero Humala no ha hecho mucho por cambiar su plan de gobierno, "el cual en gran parte trata de incrementar el rol del Estado en la economía", señala Roberto Flores, un economista de la firma de corretaje peruana Inteligo SAB. "Así que habría riesgos de importantes cambios al modelo".
Humala, cuyo eslogan de campaña dice "La honestidad hace la diferencia", asegura que las grandes compañías y los extranjeros han monopolizado los recursos naturales de Perú a costa del resto de los ciudadanos.
El candidato presidencial ha sugerido que podría recuperar la Constitución de 1979 de Perú, que le concede al Estado la propiedad de los recursos naturales. También se ha opuesto a la exportación del gas natural extraído de los bloques 88 y 56 del proyecto de Camisea. El consorcio Perú LNG, dirigido por empresas estadounidenses, produce actualmente gas natural licuado para la exportación en los bloques de Camisea. Peru LNG no quiso hacer comentarios para este artículo.
Humala también ha planteado la posibilidad de redactar una nueva constitución. La actual, dice, está contaminada porque fue impuesta por el padre de Keiko Fujimori después de suspender varios derechos fundamentales con el respaldo de las fuerzas armadas. "Eso sería muy peligroso y crearía un clima de inestabilidad durante mucho tiempo", opina Humberto Speziani, director del mayor grupo industrial de Perú, Confiep.
Fernando Rospigliosi, un ex ministro del Interior, escribió en una columna en un periódico que espera que Humala trate de poner en práctica un modelo político similar al del presidente venezolano Hugo Chávez al aprovechar sus reservas, unos US$47.000 millones en el caso de Perú. "Con esa inmensa cantidad de dinero… regalaría cualquier cosa que se le ocurra, subsidiaría el gas, la gasolina, el pan y otros productos", escribió Rospigliosi.
Además, asegura que, a continuación, se valdría de su mayor popularidad política para eliminar límites constitucionales a los términos que los presidentes pueden cumplir en el poder, probablemente tratando de perpeturarse en él.
Sin embargo, Humala asegura que no tiene ninguna intención de permanecer en el cargo más de los cinco años fijados.
La economía de Perú ha estado en auge. Las inversiones en la industria minera se aprestan a registrar un récord de US$5.600 millones en 2011, 50% más que en 2010, según la consultora Apoyo. El Índice General de la Bolsa de Valores de Lima cerró 2009 con un alza de 100% y el 2010 con una de 65% antes de caer 6% en el primer trimestre de 2011, en parte por las tensiones por las elecciones.
Por su parte, Fujimori promete mantener las políticas económicas de mercado vigentes, pero enfrenta enormes deudas en la esfera política. Su padre gobernó Perú entre 1990 y 2000. Al principio de la presidencia consiguió combatir la inflación y el terrorismo de guerrillas izquierdistas. Pero Alberto Fujimori acabó creando un amplio y extensivo aparato de inteligencia que fomentó la corrupción y restringió libertades fundamentales. Actualmente cumple una condena de 25 años por su papel en dos masacres militares.
Keiko Fujimori ha defendido a su padre, calificándolo como el mejor presidente de la historia de Perú.
Pedro Pablo Kuczynski, un ex banquero de inversión de Wall Street que terminó tercero en la primera ronda, dijo que el recuerdo del gobierno del padre de Keiko haría que se lo pensara dos veces antes de respaldarla en la segunda ronda. Debería haber una "ruptura absoluta con la corrupción del pasado", dijo Kuczynski.
Algunos analistas dicen que la preferencia de los votantes por dos candidatos tan controvertidos podría servir como un llamado de atención para las empresas y podría hacerlas más conscientes de que deben mejorar la distribución de la riqueza de Perú para que alcance también a los más pobres.
"Si bien las cosas van bien para los negocios, no van tan bien para algunos de los votantes", advirtió Miguel Ferre, decano de la escuela de negocios de la Universidad de Piura. "Esa es una lección importante de estas elecciones".
10 abril 2011
Liderazgo trascendente
Es muy corriente al hablar de liderazgo buscarle un calificativo. Así se habla de liderazgo carismático, transformador situacional, participativo, u otras denominaciones, para destacar un aspecto básico en el modo de concebirlo o para caracterizar una teoría sobre el mismo.
Podemos definir el liderazgo trascendente como una influencia positiva en los demás para el logro de un bien común, que busca la realización de valores a nivel personal y colectivo, obrando por motivos trascendentes para construir sociedad.
Se trata de un liderazgo fundamentado en 3 aspectos: los motivos transcendentes, la realización de valores y el servicio a los demás.
Motivos trascendentes y valores
Los motivos trascendentes son los que atienden a resultados externos a mí, que benefician al otro desde mi acción. Trascienden mi acción y miran más a los demás (por ejemplo la amistad, el servicio, la solidaridad, construir comunidad) pero tienen una repercusión interior en mí. Se relacionan más con las necesidades afectivas. No es que estos motivos hagan al margen a los extrínsecos o externos o a los intrínsecos o interiores: les dan una significación superior.
El liderazgo trascendente se basa en valores y los realiza a nivel personal y los promueve a nivel colectivo. Esos valores no dejan que la persona se encierre en sí misma o los practique sólo para ella. Tienen una fuerza cultural que se puede percibir en la relación interpersonal.
Si en la definición de la Misión y la Visión se incluye también la definición de los valores, se tiene una plataforma más consistente a la hora de las estrategias.
El valor es un bien que perfecciona a la persona que lo realiza consciente y libremente a través de hábitos de comportamiento Los valores nos ponen en relación con los demás quienes constatan si los vivimos o si trascienden a ellos en forma de ejemplo para fortalecer la convivencia. Hay pues un proceso de arraigo en la conducta y de proyección cultural.
El liderazgo con valores necesariamente trasciende porque esa proyección es inevitable y, además, muy conveniente para verificar que el valor no es sólo un asunto personal sino social.
Los demás verifican nuestros valores. Sobre todo si hablamos de valores éticos. Una persona honesta no lo es para sí, lo es en relación a los otros. Se desencadena un proceso que va más allá de uno y otro.
El proceso de arraigo del valor, de formación de los hábitos de acciones valiosas, parte de la persona y una vez que ella lo logra, trasciende a las organizaciones, llámense familia, escuela empresa, o sociedad. Además, los valores se conectan unos con otros en una especie de sistema de vasos comunicantes, que influyen unos en otros porque se trascienden unos a otros.
El dinamismo de los valores es continuo y produce un crecimiento interior que impulsa cada nuevo acto de valor y consolida los anteriores porque el hábito es un proceso psicológico que da estabilidad a las acciones.
Trascendencia social
El primer nivel de la trascendencia es advertir que somos conscientes de la realidad, que la podemos conocer, y darnos cuenta de nuestra propia subjetividad conociendo y queriendo. Posteriormente advertimos la presencia de los otros en la relación social. Este es el segundo nivel de la trascendencia El tercero es la lo que podemos llamar la trascendencia espiritual, que tiene, a su vez, varias dimensiones.
La trascendencia de los otros, lo que podemos llamar en propiedad “trascendencia social”, nos vuelve conscientes de que no somos solos, ni vivimos solos, ni nos salvamos o perdemos solos, ni somos para nosotros mismos y para nadie más.
La persona es un ser con los demás y para los demás. Son realmente otros fuera de mí y más allá de mí. El ser humano está hecho para buscar una plenitud que está en él, pero, a la vez, fuera de él. Esa trascendencia se da en la persona y desde ella a los otros.
La persona está cercana. Da lugar a una presencia exterior e interior. Crea un vínculo que llamamos “nosotros”, entre dos o entre muchos. Todo encuentro con una persona es una llamado a algo nuevo, es una posibilidad que se me abre. La convivencia deja huellas especiales en mi vida. A veces intentamos reemplazar la presencia de las personas por la presencia de las cosas y entonces surgen los problemas, lo que nos hace menos humanos, menos convivientes.
A través de la convivencia auténtica, la persona se explica también sus relaciones con los demás, por ejemplo, en la amistad o en la familia.
Encuentra en ella misma y en quienes le rodean razones trascendentes para hacer de la convivencia un diálogo amoroso, la expresión más elevada de todas las formas del encuentro humano.
No somos solos ni nos salvamos solos. Andamos buscando esa otra parte que nos hace falta y que sólo la llena la vida de los demás: padres, hermanos, amigos, novia, esposa, seres queridos, compañeros de trabajo, vecinos, colaboradores, colegas de empeños sociales, políticos, etc.
Participando aprendemos, nos hacemos mejores como personas y como ciudadanos de una nación, ayudando a los demás a ser y a hacer, dando trascendencia a las acciones, al trabajo diario y contribuyendo a que todo el mundo ejerza sus derechos y cumpla sus obligaciones con la sociedad.
La sociedad se construye entre todos, y la participación es como la espina dorsal que hace posible dicha construcción.
Liderazgo para servir
La trascendencia social adquiere un sentido especial en el servir
Quien sirve está ayudando a construir la vida del otro. Quien da es más feliz que aquel que posee, porque para dar hay que poseer y desprenderse de lo que se posee. Dar no es sólo dar cosas es, sobre todo, dar tiempo, dar oportunidades, darse as í mismo.
No hay cultura del dar cuando en un momento de crisis todo el mundo acude a contribuir con algo para resolver una situación pasajera. Lo más importante y clave del servir es estar habitualmente dispuesto a que los demás cuenten efectivamente con nosotros.
Otra de las formas más palpables de la trascendencia social es la solidaridad. Ante el otro como persona, no basta con reconocer la interdependencia. Es necesaria la colaboración, acto propio de la solidaridad.
La solidaridad es un modo de ser que lleva a actuar, que se hace explicito y real con los hábitos, algo que se aprende como se aprenden los demás valores. La solidaridad es regida muchas veces por la lógica de la gratuidad, no por la lógica del mercado, sino porque juega en ella un papel decisivo el don.
Comprendemos mejor la trascendencia si entendemos la espiritualidad del ser humano. Somos espirituales en nuestra propia intimidad, actuando desde el conocimiento, la voluntad y la autoconciencia. Esta espiritualidad se refiere en primer lugar a la plenitud del desarrollo de la persona
Pero también somos espirituales en la relación interpersonal en la medida en que en toda relación interpersonal entran en contacto dos intimidades, dos seres espirituales que se reconocen como tales para poder establecer una interacción efectiva, de diálogo y convivencia, no de dominio de uno sobre otro.
De modo que el liderazgo trascendente en su misión de servicio a los demás tiene un componente de espiritualidad inevitable. La persona se fortalece interiormente y comprende que su felicidad tiene que ver con realidades de orden inmaterial que le iluminan la comprensión del sentido de su vida (el saber, los valores, el obrar, el logro, la felicidad, el convivir, la amistad, el amor, el dar y servir)
Pero igualmente la trascendencia del ser humano, en lo personal y en lo social, se abre a la trascendencia de Dios, es decir, al fundamento de la existencia, con su condición de criatura que no ha venido al mundo por casualidad sino como fruto de un don y de una misión que acompaña a ese don de la vida. El amor es lo que nos abre a la trascendencia de Dios.
Así como en el ser amado buscamos el complemento que nos falta, en Dios buscamos la perfección que no tenemos y que anhelamos, es el Otro absoluto desde el cual y para el cual se conectan todas las demás realidades de la vida, sin perder la autonomía y afirmando siempre la libertad propia de la persona.
Podemos definir el liderazgo trascendente como una influencia positiva en los demás para el logro de un bien común, que busca la realización de valores a nivel personal y colectivo, obrando por motivos trascendentes para construir sociedad.
Se trata de un liderazgo fundamentado en 3 aspectos: los motivos transcendentes, la realización de valores y el servicio a los demás.
Motivos trascendentes y valores
Los motivos trascendentes son los que atienden a resultados externos a mí, que benefician al otro desde mi acción. Trascienden mi acción y miran más a los demás (por ejemplo la amistad, el servicio, la solidaridad, construir comunidad) pero tienen una repercusión interior en mí. Se relacionan más con las necesidades afectivas. No es que estos motivos hagan al margen a los extrínsecos o externos o a los intrínsecos o interiores: les dan una significación superior.
El liderazgo trascendente se basa en valores y los realiza a nivel personal y los promueve a nivel colectivo. Esos valores no dejan que la persona se encierre en sí misma o los practique sólo para ella. Tienen una fuerza cultural que se puede percibir en la relación interpersonal.
Si en la definición de la Misión y la Visión se incluye también la definición de los valores, se tiene una plataforma más consistente a la hora de las estrategias.
El valor es un bien que perfecciona a la persona que lo realiza consciente y libremente a través de hábitos de comportamiento Los valores nos ponen en relación con los demás quienes constatan si los vivimos o si trascienden a ellos en forma de ejemplo para fortalecer la convivencia. Hay pues un proceso de arraigo en la conducta y de proyección cultural.
El liderazgo con valores necesariamente trasciende porque esa proyección es inevitable y, además, muy conveniente para verificar que el valor no es sólo un asunto personal sino social.
Los demás verifican nuestros valores. Sobre todo si hablamos de valores éticos. Una persona honesta no lo es para sí, lo es en relación a los otros. Se desencadena un proceso que va más allá de uno y otro.
El proceso de arraigo del valor, de formación de los hábitos de acciones valiosas, parte de la persona y una vez que ella lo logra, trasciende a las organizaciones, llámense familia, escuela empresa, o sociedad. Además, los valores se conectan unos con otros en una especie de sistema de vasos comunicantes, que influyen unos en otros porque se trascienden unos a otros.
El dinamismo de los valores es continuo y produce un crecimiento interior que impulsa cada nuevo acto de valor y consolida los anteriores porque el hábito es un proceso psicológico que da estabilidad a las acciones.
Trascendencia social
El primer nivel de la trascendencia es advertir que somos conscientes de la realidad, que la podemos conocer, y darnos cuenta de nuestra propia subjetividad conociendo y queriendo. Posteriormente advertimos la presencia de los otros en la relación social. Este es el segundo nivel de la trascendencia El tercero es la lo que podemos llamar la trascendencia espiritual, que tiene, a su vez, varias dimensiones.
La trascendencia de los otros, lo que podemos llamar en propiedad “trascendencia social”, nos vuelve conscientes de que no somos solos, ni vivimos solos, ni nos salvamos o perdemos solos, ni somos para nosotros mismos y para nadie más.
La persona es un ser con los demás y para los demás. Son realmente otros fuera de mí y más allá de mí. El ser humano está hecho para buscar una plenitud que está en él, pero, a la vez, fuera de él. Esa trascendencia se da en la persona y desde ella a los otros.
La persona está cercana. Da lugar a una presencia exterior e interior. Crea un vínculo que llamamos “nosotros”, entre dos o entre muchos. Todo encuentro con una persona es una llamado a algo nuevo, es una posibilidad que se me abre. La convivencia deja huellas especiales en mi vida. A veces intentamos reemplazar la presencia de las personas por la presencia de las cosas y entonces surgen los problemas, lo que nos hace menos humanos, menos convivientes.
A través de la convivencia auténtica, la persona se explica también sus relaciones con los demás, por ejemplo, en la amistad o en la familia.
Encuentra en ella misma y en quienes le rodean razones trascendentes para hacer de la convivencia un diálogo amoroso, la expresión más elevada de todas las formas del encuentro humano.
No somos solos ni nos salvamos solos. Andamos buscando esa otra parte que nos hace falta y que sólo la llena la vida de los demás: padres, hermanos, amigos, novia, esposa, seres queridos, compañeros de trabajo, vecinos, colaboradores, colegas de empeños sociales, políticos, etc.
Participando aprendemos, nos hacemos mejores como personas y como ciudadanos de una nación, ayudando a los demás a ser y a hacer, dando trascendencia a las acciones, al trabajo diario y contribuyendo a que todo el mundo ejerza sus derechos y cumpla sus obligaciones con la sociedad.
La sociedad se construye entre todos, y la participación es como la espina dorsal que hace posible dicha construcción.
Liderazgo para servir
La trascendencia social adquiere un sentido especial en el servir
Quien sirve está ayudando a construir la vida del otro. Quien da es más feliz que aquel que posee, porque para dar hay que poseer y desprenderse de lo que se posee. Dar no es sólo dar cosas es, sobre todo, dar tiempo, dar oportunidades, darse as í mismo.
No hay cultura del dar cuando en un momento de crisis todo el mundo acude a contribuir con algo para resolver una situación pasajera. Lo más importante y clave del servir es estar habitualmente dispuesto a que los demás cuenten efectivamente con nosotros.
Otra de las formas más palpables de la trascendencia social es la solidaridad. Ante el otro como persona, no basta con reconocer la interdependencia. Es necesaria la colaboración, acto propio de la solidaridad.
La solidaridad es un modo de ser que lleva a actuar, que se hace explicito y real con los hábitos, algo que se aprende como se aprenden los demás valores. La solidaridad es regida muchas veces por la lógica de la gratuidad, no por la lógica del mercado, sino porque juega en ella un papel decisivo el don.
Comprendemos mejor la trascendencia si entendemos la espiritualidad del ser humano. Somos espirituales en nuestra propia intimidad, actuando desde el conocimiento, la voluntad y la autoconciencia. Esta espiritualidad se refiere en primer lugar a la plenitud del desarrollo de la persona
Pero también somos espirituales en la relación interpersonal en la medida en que en toda relación interpersonal entran en contacto dos intimidades, dos seres espirituales que se reconocen como tales para poder establecer una interacción efectiva, de diálogo y convivencia, no de dominio de uno sobre otro.
De modo que el liderazgo trascendente en su misión de servicio a los demás tiene un componente de espiritualidad inevitable. La persona se fortalece interiormente y comprende que su felicidad tiene que ver con realidades de orden inmaterial que le iluminan la comprensión del sentido de su vida (el saber, los valores, el obrar, el logro, la felicidad, el convivir, la amistad, el amor, el dar y servir)
Pero igualmente la trascendencia del ser humano, en lo personal y en lo social, se abre a la trascendencia de Dios, es decir, al fundamento de la existencia, con su condición de criatura que no ha venido al mundo por casualidad sino como fruto de un don y de una misión que acompaña a ese don de la vida. El amor es lo que nos abre a la trascendencia de Dios.
Así como en el ser amado buscamos el complemento que nos falta, en Dios buscamos la perfección que no tenemos y que anhelamos, es el Otro absoluto desde el cual y para el cual se conectan todas las demás realidades de la vida, sin perder la autonomía y afirmando siempre la libertad propia de la persona.
30 marzo 2011
Moralidad versus Economía
¿Tiene algo que ver algo la moralidad con la economía?
a. Se trata de dinero. Es la doctrina de la hoja de cálculo que alimenta la ambición y el egoísmo. Es una herramienta de los poderosos. Se atreve incluso a ponerle un precio a la vida.
b. No te quiere menos si eres generoso. Es honesta a la hora de enfrentar decisiones difíciles, como la de a quién salvar en el servicio de salud. Está comprometida moralmente con la libertad y se ocupa tanto de la pobreza como de la riqueza.
c. Es una ciencia, estúpido. Dejen discutir bobadas sobre la moralidad.
La economía es un tema que polariza como pocos otros. Para algunos es una máquina calculadora inmoral. Para otros, es una ciencia amoral, descriptiva pura y simple.
Y para muchos otros, definitivamente tiene un compromiso moral con la libertad pues trata de ampliar las alternativas para la gente.
Lo que es curioso es que la moralidad se invoque tan a menudo cuando se habla de economía dado que la asignatura ha sido enseñada por generaciones como si no tuviera nada que ver con ella.
El historiador económico Roger Backhouse dice que ha habido una separación histórica entre la "economía normativa" -lo que debemos hacer- y la "economía positiva" -la descripción de lo que hacemos-.
Algunos parecen pensar que esta visión es la responsable por la crisis, insinuando que de alguna manera separó a las ideas económicas de lo que realmente es la gente. El dinero se va a un mundo virtual que no tiene nada que ver con uno y lo que vuelve es ganancia.
Esa es la parodia. Una pregunta interesante es si este divorcio intelectual podría cambiar tras el debacle económico global de los últimos años, en el que mucha de la furia ha tenido un matiz de superioridad moral. Al menos uno de los principales economistas, John Kay, piensa que deberíamos volver a hablar de la economía política, en vez de economía seca, para mostrar que los valores morales siguen estando presentes.
Palabras engañosas
Hace unos años, parecía que el dinero no necesitaba de excusas. Ahora, la codicia volvió a ser malvada. O al menos para algunos, que protestan contra los banqueros o la corrupción. Para otros, la búsqueda del interés propio sigue siendo la vía más segura a la prosperidad para todos. Más que eso -argumentan- es además el camino más ético.
Y es que donde unos ven puro interés propio, otros ven autosuficiencia: una virtud. Hay quienes quieren que suban los impuestos por el bien común; otros consideran que los impuestos son un robo o desperdicio. Y ese es el problema con la moralidad en economía. Hace que el seco cálculo económico para individuos racionales y analistas de utilidades sea mucho más escurridizo.
Lo "bueno" y lo "malo" complican las sumas. Pero hay algo peculiar con esas sumas: con la excepción de John Kay, quien está dispuesto a considerar la posibilidad de que la ética implica un costo, pocas veces he conocido a alguien que no piense que su moralidad trae beneficios.
Quienes piensan que el gobierno debe dejar de molestar e impulsar la autosuficiencia, a menudo creen que eso es bueno para la economía. Pero quienes piensan que el gobierno debe ayudar más a la gente, también creen que al hacerlo la economía crecerá. ¿Significa esto que en el fondo de toda racional económica hay un principio moralizador? ¿O que detrás de cualquier posición ética se esconde el interés propio?
Quizás la economía no tiene nada de moral. Quizás es mecánica, el estudio de una gran máquina clasificadora. O quizás ninguna de las anteriores, sino más bien algo parecido a un animal: la suma de los deseos e instintos de millones de individuos caprichosos, como usted y yo.
Fuente: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/03/110324_economia_moralidad.shtml
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