Con un marcado acento anglosajón Christina Sawson, manifestó en un gran esfuerzo por hacerse entender: "Necesito practicar mi español". Era su respuesta esforzada e ilusionada a una cuestión previa acerca de por qué desde sus tiempos de universidad deseaba visitar España.
Licenciada en Ciencias Políticas y de ascendencia asiática, Gloria acaba de viajar a Madrid para realizar un curso completo de español a cambio de trabajar en una academia como profesora de inglés. Será su forma de enriquecerse en el idioma español, cumplimentando así su anhelado deseo de aprender el idioma que siempre le gustó. "En Los Ángeles, hay mucha gente que habla español y aprenderlo es casi una obligación teniendo en cuenta las ventajas promocionales que implica, no sólo en el aspecto laboral, sino como enriquecimiento cultural, en todo lo que ese idioma conlleva", comenta Gloria ilusionada.
Para quienes no radiquen en esta ciudad y en este estado, pudiera resultar inimaginable el hecho de que cada vez sea mayor el número de jóvenes anglosajones y asiáticos, como es el caso de Gloria, que se adentran en el aprendizaje del idioma español, con la esperanza de abrirse camino en un mercado laboral que por razones obvias y en un estado como California, el conocimiento del castellano es fundamental para introducirse y progresar en cualquier gremio o actividad. En este sentido y como muestra del imparable interés por el conocimiento del idioma castellano, es el programa -entre otros- de intercambio de profesores auxiliares patrocinados por el consulado de España en Los Ángeles, que ha pasado de tener 50 interesados en el año 2005 a casi 2.000 en el presente año para ir a practicar el idioma a España.
Concretamente, en el campo de la docencia los maestros bilingües son cada vez más solicitados para atender al alumnado en ambos idiomas inglés y español. Algo necesario e inevitable por razones obvias en California y a lo que no resultan ajenos tanto el gremio de enseñantes como cualquier otro que quiera progresar, acaparar y hacerse presente en el ámbio hispanoparlante, cada vez más numeroso en todo el país y especialmente en estados como éste. Y ello a pesar de la ristra de recortes en materia de enseñanza que California viene padeciendo en los últimos años. Si hay algo claro en la nefasta política de recortes es que la misma no a va a terminar con la idea cada vez más evidente de la necesidad en los próximos años de contratar más personal perfectamente bilingüe, en inglés y en español, para llevar a buen fin el requerimiento académico con el que este estado y toda la unión americana se enfrentan a partir de ahora. A modo de ejemplo, baste indicar que en estados tan alejados de la "española" California, como serían Carolina del Sur e Indiana, el número de alumnos que no hablan inglés por tener otra lengua materna (español fundamentalmente), han crecido a un ritmo por encima del 400%, en los últimos 12 años. El reto y la necesiddad de personal bilingüe queda de manifiesto. Resulta a todas luces evidente.
Como referencia, baste -entre otras muchas- la impresión de Wendy Ríos, en su cargo de coordinadora de idiomas en la escuela primaria Edison de Glendale: "Si en la actualidad no sabes otro idioma además del inglés, tienes muy pocas posibilidades de ser considerado a la hora de optar a cualquier trabajo". De hecho en esta escuela no contratan a nadie que no sea bilingüe y los candidatos deben demostrar no sólo que hablan español, sino que lo hacen correctamente. Wendy Ríos, manifiesta: "No queremos que trabajando usen el español de casa. Hay un español, social y un español académico, como ocurre con el inglés. Nuestros niños deben saber diferenciar ambos". Resulta obvio pues que esta es una de las tres escuelas del sur de California, que ha adoptado el programa en el que los estudiantes deben finalizar su ciclo escolar habiendo aprendido el español al mismo nivel que el inglés. Estas escuelas cuentan con el respaldo del Ministerio de Educación español, a través del departamento que España tiene en Los Ángeles para tal fin. En definitiva, y según palabras del agregado consular Ángel Pérez, "estamos tratando de penetrar y vender nuestro producto que no es otra cosa que el idioma".
Pero, obviamente, en este tipo de escuelas las oportunidades laborales se extienden más allá del ámbito específico de los maestros. Alcanzan prácticamente a todo el personal laboral de las mismas. Se requieren coordinadores, entrenadores, psicólogos, terapeutas y personal administrativo entre otros. Algo que en opinión de Tracy Pumilla, resulta en ocasiones difícil de cumplimentar, en su cargo de directora de la escuela El Marino, en Culver City, aunque en muchas ocasiones la gente se considere bilingüe.
"Tienen que hablar un español correcto", indica Pumilla quien dice fijarse mucho en los errores gramaticales de las cartas de presentación de los aspirantes al puesto de trabajo. Las entrevistas de trabajo se hacen en español al igual que en inglés y Pumilla lo tiene claro: "Yo siempre me intereso por un candidato bilingüe antes que por uno monolingüe. Cuando se produce una vacante, siempre hay un certificado bilingüe adjunto al nombre del candidato", señala Pumilla.
Esta escuela es una de las consideradas como Academia Internacional del Español. "Multitud de compañías, invierten miles de horas de entrenamiento para enseñar a sus trabajadore otra lengua. Nosotros en cambio preparamos a los estudiantes desde el primer momento", señala Pumilla.
La variedad de etnias y procedencias a la hora de interesarse por el idioma español, es total, variopinta e inimaginable para algunos. Jimmy Hong, de ascendencia vietnamita, regresó hace poco de España, tras participar en el programa de intercambio aludido anteriormente. Realizó un curso en Cáceres y quedó prendado de la experiencia. Desea volver lo antes posible, para repetir la experiencia y aspira a realizar un máster. Se siente muy orgulloso de su condición de hispanoparlante: "Para mí es muy importante hablar español porque mucha gente en California lo habla. Cuando estudié en San Diego me dí cuenta de que era el único idioma que hablaban muchas familias. Ahora lo practico con mis amigos y conocidos, lo cual les resulta tremendamente sorprendente. Que un asiático hable español es algo que no se lo podían ni imaginar. Esto me hace sentir muy bien y estoy seguro de que aumentará mis posibilidades de encontrar un buen trabajo".
Para Alejandro Lee, profesor de español en la Universidad Central de Washington, uno de los mayores retos en la actualidad es conseguir que los niños cuya lengua materna es el español, lo mantengan cuando sus padres lo hablan en casa, porque si no lo hacen, a la altura del tercer grado de estudios ya lo comienzan a perder y hablan más el inglés. "Por eso nos esforzamos en conseguir que mantengan el español como primer idioma, para que no tengan que sufrir después las consecuencias en la secundaria o en la universidad, al estar disminuídos en sus posibilidades por hablar sólamente el inglés", quien así se expresa, Alejandro Lee, conoce muy bien el paño. No obstante, y en su experiencia personal, después de estudiar francés, chino, portugués e italiano, se decantó finalmente por el idioma castellano, porque vio que era el idioma que más posibilidades de progresar le ofrecía en los Estados Unidos.
La demanda de estudiantes y licenciados de las universidades americanas para viajar a España, para aprender y perfeccionar el castellano, ha crecido tanto en los últimos tiempos. El mismo consulado español a veces se ve en auténticos aprietos. "Uno de los requisitos, es que quien va, obviamente tiene que volver a los Estados Unidos, pero muchos no lo quieren hacer porque se quedan "enganchados" allí: "No quieren volver y es cuando les tenemos que explicar que si no lo hacen, una vez se les termine la visa de estudiante, se quedan como indocumentados", manifiesta Ángel Pérez. La solución lógica en estos casos es obvia y nos la explica el propio Ángel Pérez: "Pretenden solicitar una visa de nuevo para volver a España y en esta ocasión por más tiempo, pero si les permitimos que lo hagan por tres o cuatro años, no le damos la opotunidad de tener la misma experiencia a los otros 3.000 aspirantes que en estos momentos tenemos esperando, con la ilusión de viajar a España".
Fuente: La Vanguardia ESP
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