02 abril 2008

Firma Ficth Ratings califica al Perú como país con capacidad de pago (Grado de inversión)

La firma calificadora de riesgo Fitch Ratings (una de las tres más importantes del mundo) calificó al Perú como país de grado de inversión.
Nuestra nación recibió la calificación BBB- que, de acuerdo con la escala de la mencionada firma, le permite acceder al grupo de los países con grado de inversión, debido a su demostrada capacidad de pago.

Cabe señalar que en el grupo con grado de inversión existen diferentes niveles que van desde el de capacidad adecuada de pago (BBB-) hasta el de máxima calidad (AAA), pasando por la fuerte capacidad de pago (desde A- hasta A+) y la alta calidad (desde AA- hasta AA+).
Hasta este momento el Perú estaba en el grupo de los países calificados como de grado especulativo, pues contaba con la calificación BB+, lo cual significa una capacidad probable de pago, pero incierta.

En palabras del titular del ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Luis Carranza, "en materia económica, este es el suceso más importante de los últimos 15 años para el Perú, porque nos separa de los países con grado especulativo y nos coloca entre los países de los que se espera, por fundamentos, un 100% de cumplimiento en sus obligaciones".
Agregó que esta calificación es un respaldo a las políticas macroeconómicas y al manejo fiscal del Gobierno.

Carranza sostuvo que con la obtención del grado de inversión, el Perú empieza "el largo camino para convertirse en un país en desarrollo, un país de fuerte crecimiento, uno en el cual la pobreza se va a reducir a pasos agigantados".

"A partir de ahora somos más ricos como país, porque nuestras acciones valen más, las propiedades valen más, nuestros ahorros valen más y eso significa que en los próximos meses la inversión en nuestro país va a crecer significativamente lo que se traducirá en más empleo y facilitará una importante reducción de la pobreza, que es la meta más importante (...). A partir de ahora, vivir en el Perú representa tener un mayor ingreso futuro. El costo financiero bajará porque más instituciones e inversionistas podrán invertir en nuestros instrumentos y la demanda hará que las tasas caigan. De aquí en adelante, nos vamos a concentrar en aplicar reformas estructurales a más largo plazo para promover e impulsar la competitividad", afirmó el ministro.

LOS MOTIVOS
La directora de Fitch para América Latina, Theresa Paiz, explicó que el manejo de las cuentas internas y externas del Perú por parte del Gobierno contribuyeron a mejorar sus indicadores financieros en moneda extranjera por encima de las expectativas.

En efecto, según el informe de Fitch, el Perú fue capaz de "resistir las presiones de incrementar el gasto corriente y ha utilizado las ganancias inesperadas del alza de los precios de los commodities (materia prima) para invertirlas en infraestructura, pagar la deuda pública e incrementar los activos del país".

Adicionalmente, la proporción de la deuda pública del Perú respecto de su producto bruto interno es de 28% y la deuda externa en relación con los ingresos en la cuenta corriente cayó a -22% y se espera que para fin de año llegue a -26%. Ambos indicadores --el primero en este momento y el segundo en un momento futuro-- estarán en línea con el promedio de los países cuya calificación es BBB, es decir, un escalón por encima del que ocupa el Perú desde ayer. El informe también elogia la solvencia externa, esto es, las necesidades de liquidez y financiamiento externo como proporción de las reservas internacionales.

No obstante, el reporte también reconoce algunas debilidades del país, por lo que la calificación se elevó, en efecto, pero con una perspectiva estable y no positiva, como la de la última vez que Fitch elevó la calificación peruana.

Para la calificadora de riesgo, las debilidades crediticias fundamentales del Perú, en relación con los escalones crediticios más bajos de la calificación de grado de inversión, continúan siendo una base exportadora concentrada en materias primas y los deficientes indicadores sociales y políticos o de gobernabilidad.

De hecho, son las mismas razones que esgrimen las otras dos calificadoras de riesgo más importantes del planeta, Standard & Poors y Moody's, para explicar su relativa cautela a la hora de calificar al Perú. La primera lo califica con un BB+, el peldaño inmediato anterior a la obtención del grado de inversión, mientras que Moody's nos da un Ba2 lo que en equivalencias a las escalas utilizadas por Fitch está dos peldaños por debajo de ese grado.

En América Latina, solo otros dos países tienen grado de inversión, Chile (A) y México (BBB+), pero, a diferencia del Perú, ambas naciones cuentan con la calificación de las tres firmas mencionadas.
MÁS DATOS
Fitch sostiene que existe un positivo cambio estructural incipiente en los factores que impulsan el crecimiento económico en el Perú, como son las tasas de crecimiento de los sectores no primarios.4En octubre del 2007, la calificadora de riesgo canadiense Dominion Bond Rating Service (DBRS) ya había otorgado el grado de inversión a la deuda soberana de largo plazo en moneda extranjera y local del Perú con el grado de BBB.

DEL CONSULTOR
RICHARD WEB.
Ex presidente del Banco Central de Reserva
Un mensaje para el inversionista
Se dice que para el banquero el mejor cliente es el que no necesita el dinero. Hay algo de esa verdad paradójica en el caso peruano en este momento histórico, cuando la calificación de la deuda soberana del país otorgada por una de las tres calificadoras más importantes, la empresa Fitch, se eleva al grado de inversión.

Incluso, la elevación llega poco después de que el Gobierno ha efectuado un mayúsculo prepago de su deuda, coincidencia que parece confirmar la regla inversa entre la demanda y la oferta.
La elevación de nuestra calificación a "grado de inversión" manda un mensaje a todo inversionista, nacional y extranjero: que invertir en el Perú tiene poco riesgo asociado al manejo de la macroeconomía o al respeto a la propiedad.

Ser un país seguro para el inversionista significará un menor costo del capital que desde hoy se invertirá en el Perú y, a la vez, una mayor disponibilidad de ese capital, logro de suma importancia si se tiene en cuenta que el objetivo de crecer a tasas de 8% al año durante un par de décadas exige un volumen extraordinario de nueva inversión.

La decisión de Fitch es un merecido reconocimiento a la gestión económica del país, en especial al ministro Luis Carranza, pero detrás de esa gestión existe una nueva cultura bastante generalizada a nivel político y de la opinión pública de manejo macroeconómico y de respeto a la ley.
Fuente: El Comercio

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