Piura, merece un desarrollo justo en donde no se perjudique a ninguno de los sectores que conviven en su ecosistema ambiental. La riqueza natural se debe cuidar y protegerla de la depredación, desastres naturales o artificiales -causados por la mano de hombre y el cambio climático-. En tal sentido me parece que debía escribir sobre los acontecimientos que se viven actualmente en la región.
Es muy notorio el auge que tiene la agro exportación de mango, café, banano, limón, cacao, panela, tara, etc., los cuales han generado un sin número de puestos de trabajo y han mejorado el nivel de vida de los piuranos. Sin embargo la empresa minera traerá la posibilidad de generar un mayor nivel de empleos, que Piura ahora necesita, pues a pesar de ser una región exportadora no se ha logrado disminuir el índice de pobreza y la tasa de desempleo.
En Piura, existe mucho potencial para el desarrollo minero, en las zonas altas, en donde la mayor parte de suelos o montañas NO son empleados para la agricultura u otras actividades productivas, es allí donde se invertirá para generar riqueza, existe el compromiso y garantía de que no se contaminará el agua, dado que se utilizará tecnología de última generación para evitar que el impacto ambiental por la contaminación sea alto.
Una minería sana y próspera generaría para Piura riquezas que apoyarán a satisfacer necesidades básicas como centros de salud, mejorar infraestructura de las escuelas rurales, terminar las carreteras (vías de comunicación importantes para el poblador de la zona), centros deportivos, etc., casi todos inexistentes en las zonas de frontera de nuestra Región. Esto se podría dar si se da paso a la convivencia entre agro y minería.
La propuesta es crear un ente el cuál administre el canon minero para potenciar el desarrollo social, como lo están haciendo las zonas de Cajamarca, Huaraz, Pasco, Puno, Arequipa, etc., estas zonas conviven con la minería y qué bien que lo hacen, aprendamos de ellos, y si podemos superarlos, qué bueno sería.
Bienvenida sea la inversión minera que fomente el empleo y el desarrollo de Piura, para potenciar el progreso de los pueblos más alejados de nuestra región.
Es muy notorio el auge que tiene la agro exportación de mango, café, banano, limón, cacao, panela, tara, etc., los cuales han generado un sin número de puestos de trabajo y han mejorado el nivel de vida de los piuranos. Sin embargo la empresa minera traerá la posibilidad de generar un mayor nivel de empleos, que Piura ahora necesita, pues a pesar de ser una región exportadora no se ha logrado disminuir el índice de pobreza y la tasa de desempleo.
En Piura, existe mucho potencial para el desarrollo minero, en las zonas altas, en donde la mayor parte de suelos o montañas NO son empleados para la agricultura u otras actividades productivas, es allí donde se invertirá para generar riqueza, existe el compromiso y garantía de que no se contaminará el agua, dado que se utilizará tecnología de última generación para evitar que el impacto ambiental por la contaminación sea alto.
Una minería sana y próspera generaría para Piura riquezas que apoyarán a satisfacer necesidades básicas como centros de salud, mejorar infraestructura de las escuelas rurales, terminar las carreteras (vías de comunicación importantes para el poblador de la zona), centros deportivos, etc., casi todos inexistentes en las zonas de frontera de nuestra Región. Esto se podría dar si se da paso a la convivencia entre agro y minería.
La propuesta es crear un ente el cuál administre el canon minero para potenciar el desarrollo social, como lo están haciendo las zonas de Cajamarca, Huaraz, Pasco, Puno, Arequipa, etc., estas zonas conviven con la minería y qué bien que lo hacen, aprendamos de ellos, y si podemos superarlos, qué bueno sería.
Bienvenida sea la inversión minera que fomente el empleo y el desarrollo de Piura, para potenciar el progreso de los pueblos más alejados de nuestra región.
Datos:
Las condiciones de vida de la zona no podrían empeorar mucho más de lo que ya están, hay pobreza extrema.
En Ayabaca (38,000 habitantes, aproximadamente), el 97% sus habitantes son pobres, el 40% de este porcentaje vive en pobreza extrema; el 56% sufre de desnutrición y de analfabetismo.
Pacaipampa (uno de los distritos en conflicto) tiene en la actualidad 26,245 habitantes y 97.7 por ciento de pobreza, una desnutrición de 56.1% y un analfabetismo del 51.2%.
Huancabamba (30,000 habitantes, aproximadamente), donde opera Majaz, tiene 97% de pobreza.
Teniendo en cuenta que la pobreza en el Perú bordea el 44 por ciento, estas poblaciones piuranas tienen más del doble (de pobres) que el promedio nacional.
1 comentario:
Bien. J
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