25 setiembre 2010

Innovación, el reto...


La innovación implica identificar nuevas formas de "hacer diferentes cosas" o "hacer cosas de manera diferente". En el mundo, la innovación normalmente surge de la interacción entre los creativos (idea), los científicos (fórmula) y los empresarios (inversión), en el marco de una red de instituciones, reglas (Estado) y procedimientos que influye en el modo que tiene un país de adquirir, crear, usar y diseminar el conocimiento.

Según la OCDE, las formas en que el conocimiento contribuye a la innovación, especialmente en los países en desarrollo, incluyen:

a) El conocimiento producido formalmente a través de la investigación (innovación tecnológica).
b) El conocimiento producido informalmente a través de la tradición (innovación no tecnológica).

Esto supone que no existe innovación pequeña y que incluso las ideas más simples pueden generar un tremendo impacto en la sociedad (¿cuánta tecnología hay en un mosquitero que evita algo tan grave como la malaria?).

Por otro lado, ¿cómo se puede imaginar algo nuevo si se está aislado? El grado de integración con el mundo es un canal para absorber conocimientos. El intercambio de información sur-norte y norte-sur es fundamental para la innovación y el desarrollo.

En general, la innovación es siempre relativa porque puede ser nueva para el mundo, o nueva para un país, o nueva para un sector, o nueva para un individuo.

Para los países en desarrollo, esta distinción es importante, porque siempre existiría entonces una enorme cantidad de conocimientos que no son utilizados y que podrían serlo.

La manera más sencilla de entender el impacto de la innovación sobre el desarrollo, y por lo tanto, de imaginar el futuro con ella, es mirando hacia atrás: ¿se imagina la vida antes del reloj?

La innovación es un motor fundamental del crecimiento pues permite extraer nuevos resultados de recursos siempre limitados (la producción es una función del capital, trabajo y conocimiento).

Esto quiere decir que existe una relación entre innovación, productividad, competitividad y crecimiento económico. La innovación es el gen del crecimiento moderno.

¿Cómo se puede estimular a más personas a innovar más? Primero, con legitimidad. El motivo es sencillo: ¿es posible proponer algo nuevo si no se tiene credibilidad? ¿Aplicaría algo que no conoce de alguien en quien no cree?

Segundo, sin corrupción. La presión fiscal no va aumentar en países donde el pago de impuestos "se desvíe". Y si es así, ¿cómo se consiguen recursos adicionales para usos distintos? Porque la investigación lo es (salvo que se investigue primero y se combata la pobreza después).

Tercero, creando un clima donde las iniciativas innovadoras florezcan y se multipliquen (la inseguridad es un sobrecosto para el sector privado que le restringe la posibilidad de invertir en investigar e innovar).

La estabilidad económica juega un papel crucial en crear un entorno que estimule la innovación pues inyecta la confianza para apostar por proyectos nuevos. La estabilidad disminuye la incertidumbre y la incertidumbre el miedo y la ausencia de miedo acerca a la población a lo nuevo. Sin estabilidad, no hay innovación que perdure.

Según el reporte de innovación para el desarrollo (http://www.innovationfordevelopmentreport.org/), la capacidad de innovar de un país se mejora fortaleciendo:

a) Factores institucionales (políticas públicas y buen gobierno)
b) Factores de capital humano e inclusión social (educación y políticas de equidad)
c) Factores legales y regulatorios (el "doing business")
d) Factores de investigación y desarrollo (infraestructura y patentes)
e) Factores de adopción y uso de tecnologías de comunicación e información (celulares, computadoras, gobierno electrónico, internet, TV)

La importancia de los factores que facilitan la innovación es una función del grado de desarrollo que un país tiene. Un país de bajos ingresos antes de pensar en investigar tiene que preocuparse en construir capital humano y en levantar institucionalidad.

La existencia de un sistema judicial que no es independiente introduce un factor de incertidumbre en la actividad económica que es contraproducente para el proceso de desarrollo: ¿cómo creo algo nuevo si el valor de lo que creo podría no ser mío por decisión de un juez?

En suma, ¿cómo se puede ser innovador sin dinero para investigar, y cuando con dificultad se investiga, sin instituciones que protejan la creación, y cuando la creación genera algún ingreso, sin un sistema judicial que salvaguarde lo que acumulas?

En estos tiempos de post crisis, la necesidad de pensar fuera de lo común nunca ha sido mayor, dado que existen desafíos y oportunidades para el crecimiento que nos obligan a diseñar nuevas políticas y posicionar nuevos productos.

En consecuencia, la innovación es más importante para el crecimiento hoy de lo que era antes de la crisis. A medida que los países busquen mejorar la productividad innovando se volverá más rápida la recuperación y el retorno al crecimiento sostenido.

Sin embargo, según el Banco Mundial, la construcción de políticas de innovación toma tiempo: de 3 a 5 años para que los proyectos nuevos den frutos, y de 7 a 10 años antes de ver una creación significativa de puestos de trabajo.

Empecemos hoy para celebrar en el bicentenario de la independencia.
Fuente: Carlos Urrunaga - Diario Gestión

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