El Perú ha dado un gran paso con la apertura comercial a la economía más grande del mundo, un aliado económico que lidera el ranking de todas importaciones y con un poder adquisitivo 150 veces mayor al peruano. Este TLC con EE.UU. se traducirá en mayores oportunidades de empleo y progreso en todo el país, en los distintos sectores productivos: servicios, construcción, agroindustria, pesquero, entre otros.
Asimismo se realizarán inversiones a largo plazo y se tendrá el acceso a un mercado inmenso. Diverso capital norteamericano podrá venir al Perú e instalar fábricas y nuevas empresas (se invertiría en tecnología, maquinaria, infraestructura, etc.). Esto permitirá al Perú, que este año crecería 7,7%, crecer entre 9% y 10% en el 2009 y alcanzar velocidades de crecimiento que solo tiene China.
Si bien las ventajas que se avizoran son grandes, hay que cuidar algunos aspectos. Los inversionistas deben ser más competitivos en todos los sectores donde participen. Se recomienda propiciar las economías de escala, mayor grado de especialización económica y mayor eficiencia en la asignación de los factores productivos. La clave está en invertir en productos demandados por EE.UU. como textiles con valor agregado, frutas tropicales, hortalizas, langostinos, artesanías, etc.; biodiversidad presente en nuestro ecosistema.
Asimismo, es muy importante cumplir con los estándares internacionales, brindar la calidad requerida por el extranjero, capacitar a los trabajadores en técnicas de fabricación, producción, de cultivo, cosecha, poscosecha, venta y postventa, para que el producto llegue en óptimas condiciones a todos los mercados extranjeros.
Además, las Pyme deben manejar adecuadamente sus costos para ser más competitivas, asignar los recursos adecuadamente para lograr mejor rendimiento y asociarse entre ellas para exportar en conjunto. Un requisito indispensable es no contaminar los campos de cultivo, pues lo orgánico está siendo muy demandado, si no se cumple esto, no se podrá exportar.
La institucionalidad es otro factor importante para el cumplimiento de los contratos de compra venta internacional. El Perú debe brindar todas las garantías para un proceso exitoso de exportación. El rol de los partícipes es proporcionar las condiciones necesarias para una buena imagen en el extranjero.
Por su parte, el Estado deberá reducir las sobretasas que afectan el comercio exterior: sobrecostos impositivos y sobrecostos laborales, y tener una eficiente infraestructura (puertos, aeropuertos, vías de acceso), etc. Las instituciones de fomento del comercio exterior deben ofrecer las condiciones y herramientas de capacitación en exportaciones para lograr sinergias positivas a nivel nacional. Se necesita acercarse al productor.
Un dato a tener en cuenta es que en lo que va del 2007, EE.UU. le ha comprado al Perú US$ 3 172,5 millones, lo que representa el 18,50% del total exportado colocándose como el primer país importador de nuestros productos a nivel mundial.
También se debe considerar que en el sector agrícola hay productos como maíz, trigo, arroz, algodón, leche y azúcar, de mayor sensibilidad que han sido protegidos con determinados mecanismos de defensa comercial: compensaciones y plazos de desgravación de 5 a 12 años de acuerdo a los productos. Habrá que cuidar que la aplicación de estos mecanismos no ocasione una mala asignación de recursos en el sector agrícola ni motive a los agricultores a sembrar mayoritariamente productos subsidiados, y dejar de lado, como sucedió en México, la siembra de productos alternos más productivos y rentables.
Asimismo se realizarán inversiones a largo plazo y se tendrá el acceso a un mercado inmenso. Diverso capital norteamericano podrá venir al Perú e instalar fábricas y nuevas empresas (se invertiría en tecnología, maquinaria, infraestructura, etc.). Esto permitirá al Perú, que este año crecería 7,7%, crecer entre 9% y 10% en el 2009 y alcanzar velocidades de crecimiento que solo tiene China.
Si bien las ventajas que se avizoran son grandes, hay que cuidar algunos aspectos. Los inversionistas deben ser más competitivos en todos los sectores donde participen. Se recomienda propiciar las economías de escala, mayor grado de especialización económica y mayor eficiencia en la asignación de los factores productivos. La clave está en invertir en productos demandados por EE.UU. como textiles con valor agregado, frutas tropicales, hortalizas, langostinos, artesanías, etc.; biodiversidad presente en nuestro ecosistema.
Asimismo, es muy importante cumplir con los estándares internacionales, brindar la calidad requerida por el extranjero, capacitar a los trabajadores en técnicas de fabricación, producción, de cultivo, cosecha, poscosecha, venta y postventa, para que el producto llegue en óptimas condiciones a todos los mercados extranjeros.
Además, las Pyme deben manejar adecuadamente sus costos para ser más competitivas, asignar los recursos adecuadamente para lograr mejor rendimiento y asociarse entre ellas para exportar en conjunto. Un requisito indispensable es no contaminar los campos de cultivo, pues lo orgánico está siendo muy demandado, si no se cumple esto, no se podrá exportar.
La institucionalidad es otro factor importante para el cumplimiento de los contratos de compra venta internacional. El Perú debe brindar todas las garantías para un proceso exitoso de exportación. El rol de los partícipes es proporcionar las condiciones necesarias para una buena imagen en el extranjero.
Por su parte, el Estado deberá reducir las sobretasas que afectan el comercio exterior: sobrecostos impositivos y sobrecostos laborales, y tener una eficiente infraestructura (puertos, aeropuertos, vías de acceso), etc. Las instituciones de fomento del comercio exterior deben ofrecer las condiciones y herramientas de capacitación en exportaciones para lograr sinergias positivas a nivel nacional. Se necesita acercarse al productor.
Un dato a tener en cuenta es que en lo que va del 2007, EE.UU. le ha comprado al Perú US$ 3 172,5 millones, lo que representa el 18,50% del total exportado colocándose como el primer país importador de nuestros productos a nivel mundial.
También se debe considerar que en el sector agrícola hay productos como maíz, trigo, arroz, algodón, leche y azúcar, de mayor sensibilidad que han sido protegidos con determinados mecanismos de defensa comercial: compensaciones y plazos de desgravación de 5 a 12 años de acuerdo a los productos. Habrá que cuidar que la aplicación de estos mecanismos no ocasione una mala asignación de recursos en el sector agrícola ni motive a los agricultores a sembrar mayoritariamente productos subsidiados, y dejar de lado, como sucedió en México, la siembra de productos alternos más productivos y rentables.
En resumen, es necesario tomar las medidas adecuadas para impulsar la competitividad de nuestros productos agrícolas o incentivar su reconversión hacia productos con un mayor potencial de crecimiento. En el caso regional hay potencial para cultivos de uvas, cebollas, frijol, caña, bananas, flores, plantas medicinales, pimiento piquillo, mango, limón sin pepa, espárragos, entre otros; no podemos desperdiciar este potencial.
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